El mayor causante de sufrimiento y molestia que podemos encontrar.
El APEGO es el mayor causante de sufrimiento y molestia que podemos encontrar.
Nos apegamos a resultados, a personas, a cosas, a ideas... buscando algo a lo que vincularnos sin darnos cuenta del daño que nos produce hacerlo.
Cuando una persona se apega, lo que está haciendo es ponerle condiciones a la vida. Hacerlo, si lo pensamos bien, puede resultar ridículo. De hecho, creo que ninguno de nosotros le diría a su hijo o a su mejor amigo, "consigue esto o ten esto otro que si no no serás nada..." "no eres nadie si no tienes un Ferrari...."
Nos apegamos a un determinado resultado en un examen y cuando no se cumple, sufrimos; nos apegamos a nuestros hijos y cuando empiezan a hacer su vida, a no seguir nuestros consejos, a no contar con nosotros... sufrimos, del mismo modo que si se van y comenzamos a sentir más libertad, nos apegamos a ella y cuando vuelven, sufrimos; Nos apegamos a la pareja, incluso nos apegamos a la idea de cómo debe ser y comportarse, y como esas condiciones no se dan, sufrimos. Y todo esto porque idealizamos como tienen que ser o no las cosas.
Y ¿qué es lo que no hacemos bien?
Lo que no hacemos de forma correcta es pensar que nosotros tenemos el control de todo y de todos. Ponemos como condición para ser felices que las cosas se cumplan como nosotros hemos decidido y con todas nuestras condiciones y eso a la larga genera una necesidad.
Necesidad, apego y expectativas tienden a ir muy de la mano.
¿Cómo sería más adecuado hacerlo?
Centrándonos en lo importante.
Si por motivos de trabajo necesito un coche para desplazarme, necesito un coche, no un modelo concreto, con una determinada potencia, color... Cuantas más condiciones, más posibilidades de malestar, más posibilidades de olvidar lo esencial. Lo único que necesitas es un coche.
Si quiero tener pareja, tendré que hacer lo mismo, poner condiciones o características hará que surja el apego, si la quiero cambiar, entonces no la estoy aceptando tal y como es y en realidad lo único que ocurre es que no la quiero, lo que quiero es la idea que me he hecho de cómo debe ser mi pareja. Me he apegado a una idea o concepto.
Cuando estamos atentos, los apegos desaparecen. Cuando estamos atentos, podemos ir identificando las áreas en las que nos apegamos o ponemos condiciones para poder corregirlas. Gracias a ello conseguirás ser más feliz.