Saber vivir y no posponer

¡QUÉ DIFÍCIL ES VIVIR CUANDO PIENSAS QUE ERES PERMANENTE!

Probablemente éste es uno de los motivos en los que las personas nos sustentamos para no hacer.

Nadie sabe realmente realmente si mañana se va a levantar de la cama pero todo el mundo da por hecho que así va a ser y eso hace que pospongamos disculpas, trabajos, viajes.

Este pensamiento nos hace creer que tenemos todo el tiempo del mundo para decir

¡Te quiero! ¡Gracias! ¡Lo siento!

y no es así.

La proactividad, la capacidad de hacer disminuye cuanto más arraigada tenemos esta creencia y lo que realmente es difícil es vivir así, vivir sin hacer.

Vivir es crear recuerdos, tomar decisiones, compartir y con este sesgo todo se retrasa...

Viajaré cuando me jubile...

Necesito tiempo para hablar con él...

Cualquier día de estos le digo lo que me gusta...

Y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa y que es lo único que no podemos canjear con dinero. Es en ese momento, cuando percibes que no eres permanente, cuando realmente comienzas a vivir. Haces, decides, te responsabilizas, te relacionas, te comunicas.

Esto también es importante, DECIR.

En Gestesia DECIR es la base de la comunicación. Decir lo bueno, lo malo, da igual. Ser capaz de decir las cosas de la manera correcta nos ayuda a ser, nos ayuda a vivir, a ser congruentes y cuando además normalizas que no eres permanente no pierdes el tiempo en tonterías.

El secreto de saber morir está en saber vivir,