A CUESTAS CON LAS EXPECTATIVAS

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Es más fácil entender qué es una expectativa, que dejar de tenerlas.

Unos de los principales escollos con los que nos podemos encontrar en nuestro proceso de crecimiento son las tan conocidas expectativas, ¿por qué? Porque son la principal causa de frustración que encontramos en nuestro camino hacia la felicidad.  

Frustración que vivimos como rabia hacia esa realidad que nos rodea y acabamos por odiar porque la entendemos injusta, o rabia y resentimiento hacia aquellas personas a las que hacemos responsables de que no se cumplan nuestros deseos de realidad.

Empecemos por identificar qué es una expectativa. 

La expectativa va a ser siempre una IDEA que yo me hago sobre algo. Al idear, imagino, salgo del presente, y proyecto sobre algo o alguien un deseo de acción, una intención acerca de cómo yo quiero que algo sea, suceda, transcurra…

 La definición que la Real Academia de la Lengua da a la palabra expectativa es

  1.       Esperanza de realizar o conseguir algo
  2. Posibilidad razonable de que algo suceda

ESPERANZA O POSIBILIDAD, ¡He ahí la cuestión!

Esperanza o posibilidad no habla de una realidad sino de una idea que yo me hago con respecto a una circunstancia.

La definición que desde Gestesia damos a Expectativa es:

Idea de acción que tengo respecto a alguna persona en función de cómo yo me comportaría en la misma situación; o idea de acción que tengo respecto a una circunstancia en base a lo que yo deseo que suceda.

 

Entonces, ¿cuando me enfado con alguien o reacciono ante algo desde la frustración y la rabia es que he tenido una expectativa?

Lo más probable es que sí. En cierto modo esperabas que se diese un resultado diferente al que se ha dado y por eso te enfadas. Y esto puede suceder con el resto de personas o contigo mismo cuando en el ejercicio de alguna acción el resultado no se ajusta a lo que habías imaginado o deseado. Tu malestar vendrá de las expectativas que pusiste en que se diese un resultado concreto.

 

Esta es la parte más fácil de las expectativas porque cuando la cosa adquiere tintes más complicados es cuando las expectativas toman forma de 

·     Tener razón.- Deseo de que una persona entienda o haga algo determinado porque de alguna forma yo sé qué es lo mejor para él o ella, sé que es el camino a seguir, sé que es donde yo he encontrado los resultados más beneficiosos.

·      Ayuda.- porque entiendo que si me pides o te doy ayuda de alguna forma harás aquello que te digo o agradecerás que te la preste.

·     Halago.- porque es una regla socialmente conocida que el halago exige cierta reciprocidad y hay gente que no sabe reconocer, aceptar o realizar de vuelta un cumplido.

·      Atención.- Porque si me encuentro mal y te lo hago saber, qué mínimo que me consueles, me prestes atención, y es más aunque no te lo diga todas las personas tienen que tener empatía para prestar ese tipo de atención que todos de alguna forma necesitamos.

·      Obediencia.- Entendiendo que si te digo lo que no me gusta, lo que no quiero que hagas, lo que no soporto, o por el contrario, lo que sí que me gusta, lo que sí quiero y lo que deseo, la otra persona está condenada a obedecer y acatar, entender y practicar aquello que le he dicho que es condición sinequanon.

Y estos son sólo algunos de los ejemplos…

El principal problema con las Expectativas es que van a cargarnos de resentimiento y rabia y una vez que hemos entrado en esta emoción tan tóxica no quedará más remedio que gestionarla; y a mayor emoción, mayor gasto de energía en la gestión.

La rabia es un veneno que te mata desde dentro alimentando a tu ego. Y ¿cómo lo alimenta? Haciendo responsables a los demás de ese no cumplimiento de los deseos o ideas depositados cuando tenemos las expectativas.

Si te descubres en frustración pregúntate

·      ¿He tenido alguna expectativa?

·      ¿Estaba esperando un determinado resultado?

·      ¿Pensaba que algo iba a suceder de una determinada manera y no ha sido así?

Si la respuesta es afirmativa, entonces sonríe porque acabas de aprender algo que no sabías de ti y sobre todo acabas de desenmascar una de las formas con las que tu ego juega contigo.

 

No te canses de aprender.