Cómo surge la emoción de la rabia

LA RABIA NACE DE UNA FUNCIÓN CEREBRAL, LA FUNCIÓN CEREBRAL DEL DOLOR

(Federico Clos)

Siempre que algo nos molesta, siempre que las cosas no salen como queremos o cuando no obtenemos aprobación, esta función se activa.

Todas las emociones, la de la rabia incluida, entran en juego como si de un dial de radio se tratase. Pueden empezar en un grado o intensidad e irse modulando de menor a mayor o de mayor a menor intensidad.

En el caso de la rabia, la gestualidad se irá haciendo más evidente a medida que la intensidad aumente y a mayor aumento de intensidad más fácilmente veremos items que se aproximen al ataque.

• Gestos como la MIRABIA, mirada de enfado e incluso con mirada en x en la que la cabeza va en una dirección y los ojos en la contraria
• Pasar los dedos por la comisura externa de la boca simulando limpiar las babas cual perro rabioso.
• Señalar y gesticular con la mano apuntando con el dedo como si de una pistola se tratase

Estos gestos pueden ser los más evidentes, pero no son los únicos.

La rabia puede venir disfrazada en forma de lágrimas que tendemos a asociar más a la tristeza o con sonrisas. Tan sólo es importante fijarse un poco, reconocer los items y podremos detectarla sin problema.

Es importante saber y ser conscientes de que siempre que entramos en una emoción lo hacemos porque realizamos una interpretación de la realidad, de los hechos que suceden. Nuestro cerebro, cual ordenador de última generación, realiza procesos de filtrado encaminados a facilitarnos la vida aunque del mismo modo condiciona la percepción que hacemos de la realidad y por tanto condiciona nuestras respuestas emocionales.

Cambiar de emoción por tanto tan sólo es posible si cambiamos esa percepción de la realidad, si mantenemos el foco siempre en nosotros y somos capaces de observarnos, cuestión de suma importancia si la emoción que sentimos no es la adecuada para el momento.

Un exceso de alegría (la euforia) no es una emoción pertinente si tengo que comprar una casa, puesto que puedo meterme en unos gastos que igual no puedo afrontar.

El miedo no sería adecuado si tengo que realizar una reclamación de algún tipo, en este caso un poco de rabia puede obrar a nuestro favor

Todas, absolutamente todas la emociones son útiles, no las hay buenas o malas simplemente las usamos correctamente o no.

No podemos separar gestualidad de emoción

Los gestos no son más que la forma que tiene el cerebro límbico de hacer visible la emoción en la que estamos.

Y el cerebro límbico no sabe mentir