Como detectar la falta de confianza. Gestos con los hombros

Podemos saber gracias a la interpretación gestual si una persona cree algo confía en hacer, conseguir, aunque nos esté diciendo verbalmente que sí.

Tenemos un magnífico aliado en los hombros

Los hombros hablan del estado anímico de la persona.

Cuando nos imaginamos una persona con tristeza, depresión, insegura, lo hacemos visualizando unos hombros caídos. Existe la famosa frase "le vi alicaído", haciendo referencia a esto mismo. En cambio, cuando la persona está segura, alegre, los hombros van bien erguidos.

Es fácil imaginar un miembros del ejército, o a un directivo potente por la actitud de sus hombros.

Incluso cuando un delincuente busca presa, instintivamente se fija en el pecho y los hombros de la persona, cuanto más hundido esté el pecho y más abajo los hombros, mayor posibilidad de éxito.

Cuando estamos hablando y no sabemos algo, cuando no lo entendemos e incluso cuando no estamos seguros, a la vez que lo verbalizamos encogemos los hombros.

En la comunicación no verbal ocurre exactamente lo mismo.

Encogemos los hombros cuando no sabemos u observamos dificultad, pero también cuando verbalizamos que podemos e inconscientemente sabemos que va a ser complicado. (Nuestra corporalidad nos traicionará)

Cuando inconscientemente sabemos que vamos a tener dificultad para realizar aquello que nos están pidiendo, aunque verbalicemos un sí, uno o los dos hombros se encogerán.

Este gesto no se debe relacionar con la mentira, sino con la falta de confianza.

Si en tu trabajo le das indicaciones a alguien, le preguntas si todo le ha quedado claro y al responder que sí observas que recoge uno o ambos hombros, es posible que esté viendo algún tipo de dificultad que le haga desconfiar de que pueda lograr con éxito lo encomendado.

Como buen jefe o líder, siempre que tengas personas a tu cargo o formes parte de un grupo de trabajo, tu labor será estar atento, preguntar cual es la dificultad que ve la persona con dudas y de esta forma solucionarás posibles problemas.

Fíjate en los hombros porque...

TUS GESTOS HABLAN