Conoce tu diálogo interno

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El parloteo interno de la mente como condicionante del ser humano.

El otro día me preguntaron


¡Oye Javi! ¿QUÉ ES EL DIÁLOGO INTERNO? Y se me ocurrió explicarlo a través de una comparación.

Comparar el comportamiento de los antílopes africanos con el nuestro, con el comportamiento del ser humano. Y es que los animales siempre nos dan la oportunidad de aprender de ellos...


Imagina un antílope en la sabana africana, con su manada, alimentándose de pasto.


Tranquilos, los antílopes están centrados en lo que tienen que estar centrados, porque cuando están alimentándose, están alimentándose.

De pronto, en este escenario aparece un león.

Hasta ese momento, los antílopes estaban completamente tranquilos, pero acaba de aparecer una amenaza externa que hace que entonces su sistema nervioso simpático se active para poder solventar una posible amenaza.

El león elige la mejor estrategia y ataca. Todos los antílopes salen huyendo pero uno de ellos cae en las fauces del león, que no abre la boca hasta que su presa es incapaz de moverse. El león observa orgulloso su hazaña mientras se alimenta.


En ese momento, el sistema nervioso simpático de todos los antílopes se desactiva, el león ha alcanzado su objetivo, se está alimentando y ya no supone una amenaza, así que comienzan de nuevo a pastar como si no hubiese ocurrido nada.


Este es el día a día en la sabana africana para nuestros antílopes.


Pero, ¿Cómo actuaría un antílope con diálogo interno?


Quiero que imagines a los antílopes con el cerebro humano, con esa mente repleta de imaginación y sumamente parlanchina.


La manada va a pastar a un sitio pero se les activa el sistema nervioso simpático fruto de esa mente parlanchina interior porque ésta les dice:: aquí mejor no hacerlo, este no es buen sitio, el pasto está muy elevado y no puedes ver si está alguno de nuestros depredadores...


La mente gana y en ese momento empezarán a buscar sitios más adecuados a sus necesidades. La sed con el calor apretará pero como el sistema nervioso simpático sigue activo, el parloteo continúa e insiste, esté estanque seguro que está repleto de cocodrilos o de hipopótamos, no puedes ver a ninguno, pero seguro que están escondidos... Así que de nuevo la mente ganaría y se marcharían en busca de comida y agua.


Ante el hecho de no comer y no beber con el calor lo más normal es que les entrase sueño, pero ningún lugar sería según esa voz interior, lo suficientemente seguro para echar una cabezadita, así que seguirían en movimiento, repletos de cortisol, en un estado de ansiedad desesperante.


Esto es lo que hace nuestra mente con nosotros. Esto lo que le ocurre al ser humano.

Esa voz, ese parloteo interior, es el diálogo interno. Una voz que nos avisa de todos los posibles peligros (la mayor parte de ellos inexistentes) que cree que podemos encontrarnos en forma de jefe, atasco de tráfico, problemas familiares, enfermedades...


En nosotros está la posibilidad de desactivarla.


¿Cómo?


DARSE CUENTA


Tienes que DARTE CUENTA de cómo te intenta manipular.