¿Conoces cómo funciona tu Ego?

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Hay comportamientos de nuestro ego que pueden pasar inadvertidos

Llegas a la ciudad a primera hora de la mañana con el firme propósito de aparcar el coche en un sitio donde no haya un parking regulado.


Siempre haces el mismo recorrido, es muy temprano y apenas hay circulación. Vas en tu furgoneta, así que necesitas un espacio grande, lo cual dificulta las cosas, pero tú estás decidido aceptar la posibilidad de que te cueste encontrar el sitio, así que no sientes presión.


Comienzas a bajar por una de las calles que bajas habitualmente, es una calle de dos carriles y con una separación de los otros dos carriles del sentido contrario, lo que te permite ver si hay sitio no solo bajando, sino también subiendo. A mitad de bajada te das cuenta de que al otro lado hay un sitio perfecto para ti, sólo tienes que llegar a la rotonda para hacer el cambio de sentido y es tuyo. Te pones en el carril de la izquierda para poder hacer correctamente la rotonda pero el semáforo se pone en rojo y tienes que parar.


Miras por el retrovisor y ves a lo lejos que un coche se aproxima detrás de ti sólo que en vez de ponerse detrás, se pone a tu lado a la derecha. Le sientes al conductor ansioso mirando mucho el semáforo y ahí, empiezas a temerte lo peor, los sitios escasean a esta hora, tú vas en furgoneta y no vas a poder competir.


Tus sospechas se confirman cuando sale antes de que el semáforo se abra, antes que tú, acelera y en vez de seguir recto, de repente cambia de carril para poder hacer ese cambio de sentido. Tu estómago comienza a revolverse de rabia. Gira en la rotonda y comienza a subir la cuesta.


A ti te sólo te queda la esperanza de que continúe hacia arriba, pero no, aparca en el sitio que tú habías visto, "tu" sitio.


Quieres mantener la calma, pero notas que tu cuerpo se tensa. Sigues tu camino, vuelves a cambiar de dirección y a unos 70 m de ahí encuentras un sitio perfecto, grande, incluso más cerca de donde tienes que ir desusé de haber aparcado, pero sigues con ese run run en la cabeza y sobre todo con esa tensión en el estómago .


Así funciona nuestro ego, siempre quiere tener razón, es victimista, es quejica, es el que te dice que "Ese sitio era tuyo", cuando lo único que había pasado es que lo habías visto y a pesar de haber salido ganando con el cambio él, tu ego, no va a ver lo que has conseguido, sino que te va a seguir recordando lo que has perdido, aunque en ningún momento haya sido tuyo o hayas llegado a conseguirlo.


Su discurso siempre será igual y sólo desde la consciencia serás capaz de eliminar el terrible daño que puede llegar a hacer .


¿Te pasa? ¿Conoces cómo funciona tu ego?