CONSCIENCIA

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No hay excusas: Somos víctimas de nuestra falta o no de consciencia

En 1925 aparece la física cuántica. En ese momento cambia el paradigma sobre el entendimiento del mundo material, porque según sus premisas el mundo material que percibimos no está dividido en materia y energía como pensaba Newton, sino que todo el universo está hecho de energía.

Antes de este momento se pensaba que el átomo era el elemento más pequeño, pero en 1885, los físicos se dieron cuenta de que había algo dentro del átomo, había unas cosas más pequeñas llamadas electrones, protones y neutrones, y esto se mantuvo hasta 1915.

En este momento surgió la pregunta: ¿De qué están hechas estas partículas?

Se dieron cuenta que estaban hechas de vórtices de energía nanotornados y dentro no había materia. Es entonces, en 1925 (nacimiento de la física cuántica) cuando se afianza la idea de que todo estaba hecho de energía.

Ahí surge otra pregunta: ¿Cómo podemos ver las cosas si están hechas de energía y la energía es invisible?

La respuesta que da la física cuántica es simple, gracias a la luz. La luz envía un fotón desde una fuente y cuando se encuentra con un campo de energía, se refleja, rebota y es cuando ves el reflejo de la luz. Por eso no podemos ver en la oscuridad. Y cuando ves en la luz, no percibes el objeto, sino los fotones de luz, reflejados en la superficie de ese objeto.

Ahora bien, si no somos materia y somos energía, debemos pensar cómo nos afectan otros campos de energía. Y aquí es donde entra la consciencia, que es un campo de energía que al interactuar con otros campos de energía es capaz de alterar las proteínas de nuestro cuerpo (altera la biología del cuerpo).

A menor consciencia, más pensamientos no controlados, cambios en las proteínas de nuestro cuerpo que provocan a su vez un comportamiento no beneficioso para nosotros. A más consciencia, mayor elección del tipo de pensamiento, de modo que elegimos el comportamiento, la emoción que vamos a tener.

Esta forma de pensar vinculada a ser conscientes para poder elegir, que antes era algo muy norma mientras existían filosofía y una sana religión, se ha convertido en algo propio de ascetas, hippies, hierbas y gente a la que denominamos Happy Flower.

La realidad es que ya no podemos poner como excusa que somos víctimas de un mundo material, ahora ya sabemos que en todo caso somos víctimas de nuestra falta o no de consciencia.