En esta vida todo sucede por un motivo y es muy probable que todo lo que estamos viviendo suceda para que NOS DEMOS CUENTA

Hemos creado un tipo de vida rápido, estresante, donde la reflexión y las emociones no tienen cabida. Sólo cuando nos viene una desgracia volvemos a la realidad por un instante para hundirnos después en la vorágine que nos rodea.

Todos corremos, pero ¿por qué?

Y con esa dinámica te sorprendes un sábado a la tarde dando un paseo como si se tratase de una maratón, cuando no tienes nada que hacer.

Sales a la hacer ejercicio y te pones los cascos para abstraerte del paisaje que te rodea y de la realidad presente.

Y de repente tienes que parar, te obligan a parar, y en un principio, cual drogodependiente te sientes incómodo, te entra el mono, tienes que pasar más tiempo contigo mismo... Sólo cuando pasa ese primer momento TE DAS CUENTA.

TE DAS CUENTA DE LO QUE ES IMPORTANTE Y DE QUÉ NO LO ES.

TE DAS CUENTA DE QUE ESTABAS SOBREVIVIENDO EN VEZ DE VIVIR

y tu primera reacción es enfadarte pensando en el tiempo "perdido"

Sólo cuando te relajas comienzas a valorar y a disfrutar de lo importante, de tu tiempo.

Comienzas a hacer todas esas cosas que siempre dices que vas a hacer pero nunca haces. A disfrutar.

De tu pareja, sin exigencias, simplemente dejando que sea para que todo fluya.

De tus hijos, descubriendo esas miradas de admiración que nunca tienes tiempo de ver.

De tu familia y amigos, porque aunque haya diferencias de opiniones todos suman, y echas de menos cada una de esas cosas que te aportan.

Te ves "obligado"

Obligado a quererte, a darte el tiempo que necesites.

Obligado a querer sin prejuicios, ni condiciones, simplemente por lo que la persona "es".

Obligado a jugar con tus hijos porque no hay dinero que pague sus miradas de admiración que no deseas que pierdan nunca.

Obligado a agradecer a tu familia, a tus amigos por todo aquello que te aportan

Y es que sólo una vez transitado este camino, TE DAS CUENTA de lo importante que es AGRADECER

Nos pasamos la vida tan preocupados por tener que se nos olvida lo importante.

Nada enriquece más que agradecer, dar las gracias es un acto en el que valoras lo que alguien hace por tí, valoras al otro. LE DAS EL RECONOCIMIENTO QUE MERECE.

Agradecer es enriquecedor tanto para el que lo recibe como para el que lo hace.

Agradecer es es una sonrisa con letras, un abrazo con palabras

CUANDO VUELVA LA NORMALIDAD NO TE OLVIDES DE DARTE CUENTA.