DIÁLOGO INTERNO

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La auto observación para controlar el diálogo interno

Cuando hablamos de auto observación nos va a salir muy a menudo el

DIALOGO INTERNO

Pero, ¿en qué consiste ese diálogo interno?


Es como si tuviéramos a alguien en nuestro interior que sólo ve lo negativo de las situaciones, que nos pone los escenarios más oscuros y con finales infelices.


Es esa voz que nos dice que no vale la pena hacer porque no lo vamos a conseguir, que va a ser imposible que esa persona que nos gusta se fije en nosotros, que fijo que suspendemos el examen o que, basta que te cojas unos días de relax para que seguro ocurra cualquier catástrofe que los estropee.


Ese diálogo interno busca minar nuestra confianza, nuestra autoestima y lo tenemos mucho más a menudo de lo que podemos creer.


El diálogo interno es uno de los motivos por el que a la gente no le gusta estar sola en “yo con yo” porque ese diálogo no suele ser muy amable. Desgraciadamente somos nuestros peores críticos y enemigos.


Y como con cualquier conversación nuestra gestualidad reacciona y es entonces cuando podemos vernos en distintas situaciones, solos o acompañados, reaccionando a nivel gestual con micropicores o con emociones, a cada una de esas cosas que ese diálogo nos va diciendo.


Nos rascaremos la nariz si la imagen de alguien no nos gusta, La oreja si oímos algo en la radio que tampoco nos gusta o pondremos un gesto de desagrado, si tengo que decir algo desagradable a alguien mi corporalidad y gestualidad me delatará.


Y al igual que nos pasa a nosotros mismos ese diálogo interno seremos capaces de verlo en los demás.


Podemos interpretar ese diálogo en base a esos gestos y podemos ayudarnos y ayudar si es necesario a salir de esa espiral en la que nos metemos cuando permitimos que la voz que nos habla se salga con la suya.


Somos personas y el ser humano tiene una gran necesidad de socializar incluso con uno mismo.


Hagámoslo, pero de una forma sana. Cuestionándonos si todos esos mensajes tienen una base fundamentada y sólida para darles la veracidad que puedan merecer. Es más, ayudemos a aquellas personas que nos rodean a hacer lo mismo y valorarse por lo que logran y no por lo que dejan de conseguir.