Llegó la época de los nuevos propósitos y las buenas intenciones
Entramos en época de reflexión, en algunas religiones lo llamarían propósito de enmienda y buenas intenciones.
Cualquier época es buena, pero parece que cambiar de año y retomar la cuenta favorece la intención humana de progresar en la lid de encontrar su mejor versión.
Como he dicho cualquier momento es bueno, la cuestión es que reflexionar exige un ejercicio importante PARAR. Frenar con la dinámica de movimiento que se impone en estos días. Parar, respirar, analizar qué ha ido sucediendo durante el año y de qué modo te ha influido, cómo has ido gestionando las cosas, qué personas están o no están, cómo está tu casa, tu trabajo, en definitiva, cómo estás.
- ¿Estás donde quieres estar?
- ¿Estás como quieres estar?
- ¿Te sientes como te gustaría sentirte?
- ¿Encuentras la felicidad en tu vida?
Y ahora la parte más importante…
¿QUÉ ESTÁS HACIENDO PARA NO CONSEGUIR CONTESTAR COMO TE GUSTARIA A ESTAS PREGUNTAS?
La reflexión es el ejercicio de enfocarte en lo que quieres pensar, cuestión que te ayuda a no perderTE de vista y no perder de vista tus objetivos, sobre todo esos que tienen que ver con ser y estar a gusto y en calma con uno mismo.
Y cuando creas necesitar paciencia, frena, para y agradece, porque el objeto en el que enfocas tu malestar e irritación y responsabilizas de la necesidad de este ejercicio de paciencia, no es más que el inicio del camino hacia una mejor versión de ti.
De una persona que nos halaga no podemos aprender, porque la necesidad del halago pertenece a nuestro ego.
¿Quieres aprovechar este final de año para reflexionar?
¡Hazlo! no hay época mala y cualquier momento es un buen momento, pero no te olvides de parar y estar un rato a solas con tus pensamientos. Escríbelos si hace falta y después reléelos para buscar las soluciones que te ayuden en tu propósito.
¡FELIZ NAVIDAD!