La importancia de entender que no hay valor sin vulnerabilidad

El amor es el culpable.

Sí, es el culpable de que tú no te muestres muchas veces tal y como eres.

Cuando lo haces, cuando eres y reconoces tu Ser, te muestras vulnerable.

¡Pero no puedes ser vulnerable! Te han metido en la cabeza que hacerte vulnerable, te muestra frágil y por lo tanto te pueden dañar.

Ser vulnerable es lo que te humaniza y a ti te han dicho que debes ser un superhéroe, que debes ponerte el disfraz o la coraza y no mostrarte tierno, amoroso, vulnerable... sólo lo puedes hacer en ciertas ocasiones, en Petit comité y con gente de mucha confianza.

¿Cuándo ha sido la última vez que les has dicho a tus padres que les quieres? No decirles cuidaos mucho o darles un beso o un abrazo. Solamente un "os quiero".

¿Cuándo les has dicho a esas personas que alegran tus días que les agradeces mucho que estén en tu vida?

De hecho, si lo haces, lo más probable es que vayan a pensar que te ocurre algo, alguna enfermedad terminal o algo así, porque no están acostumbrados a un ataque de amor tan grande que te deja completamente desnudo ante ellos, vulnerable.

Si no lo has hecho, prueba a hacerlo y verás qué ocurre.

La vulnerabilidad nos hace humanos y a la vulnerabilidad sólo se llega a través del amor.

Porque cuando amas a tus hijos y se lo muestras, te haces vulnerable y entonces, para que no se note, te pones la máscara de padre duro.

Porque cuando amas a tu pareja te vuelves vulnerable y entonces, para que no se note, te pones el traje de independiente, o de indiferente.

Porque cuando amas a tus padres, hermanos, amigos, te haces vulnerable y entonces te pones el traje de la distancia para evitar que algún día, estos que te hacen vulnerable, puedan causarte el mayor dolor que te podrías imaginar, la ausencia.

En estos casos, decides alejarte del dolor, decides no mostrar tu amor para no ser vulnerable, pensando así que no sufrirás, en el caso de que alguno de todos los que hemos nombrado falten.

Pero esta estrategia no sirve, porque en la vida hay dolor y habrá pérdidas y es entonces cuando lamentarás no haberte mostrado vulnerable, no haberte dado y pregonado tu amor por todas esas personas, por no haberte acercado, por miedo a perder, al placer de amar, de ser vulnerable.

Así pasamos nuestra vida, perdemos el tiempo alejándonos del dolor de ser vulnerables, perdemos todo el tiempo que tenemos para amar a todos los seres queridos que un día perderemos.

Sinceramente, yo prefiero ser vulnerable.