El camino

blog image
Crecimiento personal un camino largo y lleno de aventuras

El camino del crecimiento personal es un camino largo y lleno de aventuras, tenemos que estar dispuestos a vivirlas para de esa forma adquirir experiencias que nos servirán en un futuro. Es algo así como acumular puntos o adquirir herramientas que nos servirán en aventuras futuras, algo así como pasar los distintos niveles en una consola de video juegos.

Ese camino lo comenzamos vacíos de información, tal y como venimos al mundo desnudos y sin posesiones. Y dependientes como somos vamos incorporando vivencias propias y ajenas. 

La dependencia es una trampa en la que el ego siembra su simiente y calma sus ansias expulsando la responsabilidad.

De alguna forma se convence y nos convence de que esa necesidad de otros es la mejor manera de vivir, lanzando la responsabilidad de nuestra vida sobre los demás y condicionándoles para que se amolden a nuestras necesidades. Y es que no hay nada mejor que conseguir que los demás hagan aquello que yo quiero que hagan, no importa el cómo solo importa que lo hagan y ya está, ¿verdad?


Pero no es así, “la vida es aquello que pasa mientras te empeñas en hacer otros planes” decía John Lennon, es aquello que pasa mientras expulsas la responsabilidad sobre los demás y dejas de vivir. Dicho de otra forma, la vida es aquello que es necesario que esté ahí y que experimentes para seguir aprendiendo a convertirte en tu mejor versión. 

Siguiendo con la analogía de la videoconsola es algo así como prepararte y hasta que no aprendes todo lo que tienes que aprender para sortear las trampas del juego, no pasas al siguiente nivel.

¿No te ha pasado nunca eso de que tienes problemas con un tipo de cosa o persona y no dejan de pasarte cosas parecidas o de llegarte personas parecidas? Todo parece que sucede al mismo tiempo, lo resume la frase “pongo un circo y me crecen los enanos…”


Dejar atrás al ego forma parte del camino, reconocer sus pautas, aquellas en las que te vuelves tu propio enemigo, te saboteas (de forma consciente o inconsciente), das pasos hacia atrás, hacia los lados o giras sobre ti mismo sin avanzar hacia el siguiente nivel. Y esta parte escuece, porque  tu ego lucha contra ti, no quiere perder la batalla y busca artimañas para convencerte. Te dice.. de qué sirve el esfuerzo; de qué sirve mirarte , nunca estarás a la altura; para qué hacerte cargo de ti mismo,  es mejor que me dejes a mi porque sé perfectamente qué es lo mejor para ti.


El camino del crecimiento personal es duro cuando decides seguir creyendo a tu ego, ese que surgió de la dependencia, que se cree con razón sobre todo y todos, que sabe mejor que nadie qué es lo que hay que hacer, que corrige, que critica, que necesita lucirse y presumir sobre los demás porque por sí mismo no es capaz de darse aprobación. 

¿Pero no ves ya que es más débil de lo que aparenta?

¿No ves que la fortaleza de tu ego sólo está reforzada por tu miedo a mostrarte y ser quien realmente eres?

¿No te das cuenta de que sólo tu dejas que tu ego gane cuando no te responsabilizas de tu propia vida?


El camino del crecimiento personal es maravilloso y por qué no decirlo complicado a veces, dado que tenemos que cuestionarnos todo y cambiar pautas que tenemos a veces grabadas a fuego. 


El camino del crecimiento personal implica parar cuando vas en piñón fijo, avanzar cuando el miedo te dice que abandones, revisar acciones, rectificar cuando es necesario, perdonar a mi adversario y sonreír a cada día y vivir con el propósito de ser siempre tu mejor tu.


El camino del crecimiento personal es el descubrimiento de nosotros mismos, de nuestras fortalezas y debilidades, y está bien que sea así, porque sólo cuando te haces consciente de estos dos conceptos puedes usar tus fortalezas para trabajar y superar tus debilidades.