Para dejar de sufrir tenemos que trabajar la forma de percebir.

¿Por qué sufrimos?

Si tuviera que elegir un motivo principal diría que por la PERCEPCIÓN.

En nuestra vida existen tres áreas, esferas:

• el área física
• el área mental  
• el área emocional.

La primera, el área física , es en donde suceden todos los acontecimientos, donde ponemos nuestros objetivos y donde podemos conseguir fines de orden material. La realidad puramente física, los hechos.

La segunda, el área mental es como un mar agitado. Aquí encontramos infinidad de pensamientos (las olas del mar); creencias (corrientes que nos pueden arrastrar); actitudes (subidas y bajadas de marea) y valores de naturaleza contradictoria (todas las especies que viven en el mar).

La mente define la realidad en base a ideas preconcebidas. Hace definiciones de la realidad en base a sus creencias. Realiza conjeturas, imagina sobre el mundo material y lo que allí ocurre, es decir, piensa. Pero lo que realmente hace es etiquetar.

La mente no soporta las contradicciones y su misión es la de hacernos sobrevivir. Almacena todas las experiencias vividas de modo que cuando percibimos a través de la mente es una percepción editada.

La tercera, el área emocional es donde encontramos el motivo por el que movernos, el motivo por el que decidimos hacer o dejar de hacer las cosas.

El motivo surge como una respuesta a los acontecimientos que tienen lugar en el área física después de que hayan sido etiquetados por el área mental. Es a partir de aquí cuando surge la emoción.

Es decir, la emoción es una respuesta fisiológica a un pensamiento o una o varias creencias. La intensidad de esa respuesta variará en base a la importancia que la mente le dé al hecho en sí mismo. De este modo vemos como finalmente la emoción se establece porque nuestro área mental ha creado la frase:

“Me siento mal porque…” o “Me siento bien porque…”

En estas tres áreas, física, mental y emocional, se mueve nuestro ego. 

Siempre que te muevas en estas tres áreas te descubrirás haciendo clasificaciones de positivo o negativo en base a lo que ocurre en la realidad, cuando la verdad es que todo lo que ocurre es neutro, la realidad, los hechos son neutros.

Ser capaz de darte cuenta de todas estas áreas te ayuda a empezar a percibir desde la conciencia, lo que te aleja tanto del área mental como del área emocional.

Para poder cambiar la tendencia al sufrimiento sólo podemos intervenir en un área, el de la mente. Aquí puede elegir tu actitud, qué creencias escoger, revisar incluso cambiar porque no te son válidas, tus valores y los pensamientos que escoges dándoles veracidad o no si a donde te conducen es a sufrir.

Se trata de atreverse a hacer un proceso de desaprendizaje, de desprogramación, de desacondicionar y reaprender para tener más conocimiento.

¡Sólo cuando sabes que algo está mal puedes empezar a cambiarlo! Está en tus manos.