LA PARTE MÁS IMPORTANTE DE LA COMUNICACIÓN ES LA QUE NO SE PUEDE CONTROLAR.

Gestión emocional para aprender a controlarla

Los que han asistido a alguna de mis formaciones en más de una ocasión me habrán oído decir que

LA PARTE MÁS IMPORTANTE DE LA COMUNICACIÓN ES LA QUE NO SE PUEDE CONTROLAR.

Del mismo modo siempre que digo esta frase hay personas a las que la misma les chirría y llama la atención.

Así como las habilidades sociales son capacidades que se pueden entrenar la comunicación no verbal no corre la misma suerte.

La comunicación no verbal está íntimamente relacionada con las emociones, con nuestro Cerebro Límbico.

Un ejemplo lo tenemos en los discursos,

Podemos sugerir a la persona encargada de dar el discurso que muestre más su lado izquierdo de la cara, el que nos hace llegar de una manera más cercana a la gente, nuestro lado de cara amable y personal, que si dicho discurso se carga de control, exige marcar pautas, exigir procesos, está más preparado para convencer que para emocionar o incluso al propio orador le resulta poco creíble, inevitablemente y por mucho que lo tenga preparado el lado de cara (hemicara) que mostrará con mayor facilidad será la derecha.

Nuestras emociones gobiernan nuestro lenguaje no verbal y hace tiempo que perdimos el control sobre las emociones.

Tan sólo una correcta gestión emocional consigue que el mensaje y la forma de trasmitirlo sean congruentes.

Sólo con una correcta gestión emocional nuestro lenguaje verbal será congruente con el lenguaje no verbal.

Estudiar en qué consiste la comunicación no verbal, interpretar la gestualidad de los demás puede ser algo relativamente sencillo, siempre y cuando haya estudio y práctica.

Lo complicado es ser consciente de la propia comunicación, sobre todo de la propia comunicación no verbal y ser capaz de ver cómo el otro reacciona a mi comunicación, en definitiva, saber si me estoy comunicando de la manera apropiada.

Llegar a esto último suele exigir un proceso personal de Inteligencia Emocional. Descubrir la emociones, identificar en cuales te mueves para de esa manera hacerte consciente del trabajo personal a realizar y conseguir que tu comunicación sea real.

Esta es la paradoja.

Siempre habrá gente con cosas que ocultar y su corporalidad y gestualidad te lo dirá incluso antes de que hable. Incluso tú mismo en determinadas ocasiones las tendrás y tu gestualidad te delatará.

Tan sólo si eres capaz de reconocerlas en ti serás consciente de si aquel al que hablas reacciona o no a tu lenguaje no verbal y de si tu emoción es la pertinente.