¿Mejor en compañía?

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Nuestro ego nos convence de la necesidad de estar siempre acompañados

Desde hace muchísimo tiempo, el ser humano, incapaz de afrontar sus circunstancias, ha buscado algún tipo de entretenimiento para evitar estar a solas consigo mismo. 

Somos el animal más dependiente en términos de tiempo y en aras de sobrevivir desarrollamos una serie de estrategias para conseguir cubrir nuestras necesidades básicas. El problema surge cuando nuestro ego se convence de que a partir de ahora siempre debe ser así y lo transformamos en una creencia, unida a la esencia principal de todo ser humano, desarrollarse en sociedad y es que somos seres sociales.  


Transformamos esa dependencia inicial en la necesidad de estar siempre acompañados.


El hombre se ha dedicado a buscar formas de evadirse de la realidad y a día de hoy sigue haciéndolo. Gran parte de la sociedad en su afán por no tener que auto-descubrirse, de no estar en yo con yo, busca alivio en diferentes actividades ya sea el fútbol, el alcohol, las compras, las drogas, medicación, enfermedades...


Esto trasciende a las relaciones personales donde las conversaciones son banales: el tiempo, dónde se ha estado, la comida, la vida de los demás… pero nada tocante a lo personal, porque mostrarse podría hacernos vulnerables dado que estaríamos enseñando puntos que en algún momento podrían ser utilizados en nuestra contra.


No nos gusta la soledad de hecho muchas personas, en esta era de interacción y redes sociales, en cuanto se quedan solas, tienden a coger el teléfono para llamar a algún conocido para hablar de cualquier tontería y poder huir de dicho sentimiento o se meten en los perfiles de personas conocidas porque eso les hace sentirse más acompañados.


 Odiamos estar con nosotros mismos y es normal porque nuestro ego enfocado a sobrevivir siempre nos mete en emociones displacenteras, por lo que buscamos compañía incluso en forma de mascotas a las que cuidamos, vestimos y humanizamos, a las que hablamos con frases perfectamente estructuradas y de las que recibimos contestaciones siempre adecuadas (en forma de miradas de admiración).


Nos evadimos, perdiendo tiempo en plataformas de televisión, series, viendo como otras personas, hacen lo que a nosotros nos gustaría hacer.


La vida está llena de sensaciones, experiencias… 

Vivir es sentir y sí, puede que en algún momento te toque sentir o vivir una situación dolorosa, es cierto, pero así es la vida y por cada situación dolorosa ella te ofrecerá infinidad de situaciones agradables, pero tienes que estar atento porque nuestro ego  no quiere arriesgarse, prefere sobrevivir a vivir.  En vez de salir, compartir, experimentar, te aisla en un mundo de fantasía a través del cual crees vivir experiencias.


Tienes la posibilidad de elegir,


 Tienes la posibilidad de, al igual que el avestruz, meter la cabeza en el suelo. Mas querido amigo, esconder la cabeza no evita que el avestruz sea pasto de  los depredadores porque mientras la esconde su cuerpo queda totalmente expuesto, o puedes decidir experimentar, sentir, vivir.

Evadirte de la realidad no va a hacer que te sientas mejor, tan sólo es algo de lo que te quiere convencer tu ego muy tranquilo en su zona de confort, metido en una burbuja en la que tan sólo estás sobreviviendo porque como dijo John Lennon

“la vida es todo aquello que va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes”


Disfruta de la realidad, siente, experimenta, vive, y verás que no necesitas buscar nada fuera porque estarás en compañía de tu mejor amigo, TÚ.