Mi, me, conmigo, contra mi.

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No hay nada que marque más la vida de una persona que su ego.

No hay nada que marque más la vida de una persona que su ego, esa "personalidad" impostada cargada de herramientas enfocadas a sobrevivir que condiciona nuestra forma de percibir la realidad.


El ego es criticón, quejica, victimista, dramático, miedoso, siempre quiere tener razón, etc...


Y cuando permites que domine tu vida, te mueves en emociones desagradables, dando pie a un montón de circunstancias que co-creas (puesto que tu forma de percibir estará condicionada) y que hacen tu vida mucho más complicada.


Ojo, debemos prestar atención a un matiz.


Tendemos a concluir que la persona que hace lo que quiere y se pone en primer lugar es una persona con mucho Ego, de hecho le tachamos de Egoísta pero si la persona lo hace de una forma asertiva, sin intención de hacer daño, el arte de ponerse en primer lugar se convierte en una actitud que mejorará la autoestima y la relación con uno mismo.


Tenemos un montón de actitudes egocéntricas.


Hay una en particular que podemos encontrarnos habitualmente y en la que ese egocentrismo actúa inconscientemente.


Una persona se cae en la calle ¿a que no adivinas qué es lo primero que normalmente hace ?

Curiosamente, antes de comprobar si se ha hecho alguna herida, si se ha manchado o ha podido perder algo de lo que llevaba encima, lo primero que hace es mirar a todos los lados para ver si alguien le ha visto caer. Después se levanta como un resorte, muy dignamente y cuando se aleja lo suficiente del lugar de la caída, mira y comprueba si tanto su ropa como su cuerpo está correctamente.


La única preocupación que tiene la persona es la de no salir en todas las televisiones locales, no ser noticia de portada en un periódico y no ser titular en la radio y por supuesto, si alguien se acerca a ofrecer ayuda o a preguntar por cómo está, surge el enfadado o molestia por la vergüenza de la situación y hace responsable a las baldosas y no al hecho de que iba a tecleando en el móvil alguna respuesta de vital importancia para la humanidad y para su vida personal.


En realidad en esas circunstancias no eres tan importante, por mucho que te lo plantee tu ego.


Cada vez que te enfadas es porque alguien ha ido en contra de alguna de las ideas que tu ego ha plantado y te ha hecho creer que son verdades absolutas volviéndote a poner como protagonista.


Pongamos un par de ejemplos:


1.- Mi mujer ha tenido un mal día y viene a casa enfadada , conclusión de tu ego, mi mujer me trata mal .


No podemos verla como alguien que está pasandolo mal, enseguida somos el actor principal de la película, nos hacemos los ofendidos y nos olvidamos que la persona que ha tenido el problema que tiene que gestionar es ella.


2.- Descubro que me han dado un golpe en el coche cuando lo cojo por la mañana, conclusión de tu ego, lo ha hecho alguien premeditadamente, alguien que me tiene manía, lo han hecho por molestarme...


Y así podríamos poner una infinidad de ejemplos.

¡Ay el ego , el ego!