¿Necesitas sentir que perteneces a un grupo?

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La Función Emocional de la Búsqueda de Aprobación responsable de la necesidad de pertenencia a un grupo

La Función Emocional de la Búsqueda de Aprobación.


Esta función emocional surge por la necesidad de nuestros antepasados de pertenencia a una tribu. Presas de depredadores, la supervivencia estaba más asegurada si formabas parte de un grupo, y la forma de pertenencia estaba basada en la aprobación por parte de las personas que lo componían.


A día de hoy esa dependencia del grupo asociada a la supervivencia no es un problema. De hecho tu vida no corre peligro por no pertenecer a un grupo determinado, sin embargo esta función sigue condicionándote como si la vida te fuese en ello y si no tienes la aprobación de los demás, aparece la Función del Dolor.


Dependiendo de la estructura mental de la persona, esto será más o menos visible pudiendo crear personalidades, egos, que son totalmente dependientes de la opinión de los demás.


Estas personas dependientes del grupo se convertirán en salvavidas, mendigos de cariño.


Realizarán todo tipo de cosas por los demás, llamarán su atención para conseguir su aprobación.


Característica común de la mayor parte de ellos es la falta de autoestima, de hecho la necesidad de aprobación del otro viene marcada por la no aprobación de uno mismo.


Son personas que tiene muchos cambios de humor, porque la ausencia de aprobación les lleva a otra función emocional, la Función Emocional del Dolor, responsable de los ataques de ira producidos por la incomprensión del hecho de no tener aprobación.


Podrán pasar pues de la amabilidad máxima a la ira, como si de una montaña rusa emocional se tratase.


Sus expectativas, su realidad, sus suposiciones, la incertidumbre, los obstáculos... son detonantes de esta función, aunque la verdadera causa proviene de la falta de autoestima.


Su aspecto físico puede variar. Desde personas muy preocupadas por su apariencia, a personas que se abandonan para preocuparse de otros. En ambos casos el pecho estará hundido. Sus gestos serán proyectivos, muy envolventes, con mucho estado de atención y poco estado de presencia.


La emoción que predomina es el miedo, que puede llevar al ataque al verse rechazado. Otra función más que veremos en un próximo artículo.