Tener un propósito es lo que da sentido a la vida del ser humano

Es curioso cómo a lo largo de la historia, en las civilizaciones consideradas como avanzadas o sabias, la gente se mostraba interesada en buscar su para qué.

Desde las antiguas Grecia y Roma, pasando por Oriente, el interés por por saber cuál es el propósito del ser humano es algo que ha estado muy presente y les preocupaba profundamente.

De hecho tanto en Grecia como en Roma existían distintas escuelas filosóficas, cínicos, hedonistas, epicúreos, estoicos... que buscando el sentido de la existencia humana, regulaban la vida en base al pensamiento particular de cada una de ellas. La filosofía de pensamiento era a su vez la filosofía de vida en busca de la tan ansiada felicidad.

Las religiones también cumplieron un papel importante. Cristinísmo, Islam, Induísmo, Budismo, Judaísmo... Todas buscaban dar sentido a la vida del ser humano. De hecho, al igual que las corrientes filosóficas, promulgaban una serie de normas o reglas que podrían ayudarnos a entender cuál es el motivo por el que estamos aquí.

A día de hoy todo esto tiene una tendencia a desaparecer.

Estamos pasando de la cultura del SER a la cultura del TENER.

La sociedad actual vaga entre lamentos, insatisfacción y desidia porque la vida sólo tiene un sentido, TENER POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS. Y no hay nada más frustrante e insatisfactorio que una vida basada en el deseo, ya que éste no termina nunca. Jamás nada es suficiente, por lo que la sociedad vive en una insatisfacción perpetua promovida por en ansia de tener aquello que desea o cree desear.

Te acabas de comprar un coche y al mes, ya estás pensando cuál va a ser el siguiente, perdiendo así el hábito de disfrutar del presente, disfrutar de todo lo que tienes y das por sentado que está ahí.

¿Y por qué hemos perdido el para qué?

Porque anular esa búsqueda, es la forma más fácil de condicionar y dominar a la sociedad, es la forma más fácil de sumisión.

Cuando eliminas el para qué del pensamiento del ser humano, éste deja de tener pensamiento crítico, te vuelves dependiente, crédulo perdiendo la motivación y el propósito. Dejas de prestar atención a lo más importante, a tí mismo, para poner el foco afuera.

La sociedad actual vive en la ignorancia (totalmente dirigida y orquestada) porque ha perdido su para qué y por eso está tan enferma.

La cura pasa por que cada uno de nosotros, busque su propósito, y aunque no me creas es algo más fácil de lo que puedes suponer.

Atrévete a descubrir tu para qué.