La realidad es neutra pero a veces sentimos la necesidad de acomodarla a nuestro gusto

¡Es la verdad! dice ella, mientras se gira cruzando los brazos, no sin antes  haber lanzado un mechón de pelo hacia atrás símbolo de rechazo.

Él se queda sin palabras, sin saber qué decir.

Llevaba dos semanas buscando un viaje para poder irse con ella y quería que fuese una sorpresa, pero absolutamente todo lo que iba buscando de un modo u otro se torcía. Contaba con un presupuesto determinado y siempre había algo que lo trastocaba de forma importante. Las fechas no eran las mejores, los típicos días de puente en los que todo el mundo está con ganas de salir de casa, pero estaba ilusionado con la idea. Puente y los dos con días libres, pocas veces sucede…

Había buscado vuelos por Europa, Londres, París, Amsterdam, Dublín, Praga, etc.… Y cuando por fin encontraba un vuelo, el alojamiento desbordaba en mucho el presupuesto marcado no dejando margen para hacer otros planes y disfrutar de la ciudad elegida.

Finalmente, desesperado, buscó un viaje dentro del país y encontró un vuelo a Granada con un Hotel con vistas a la Alhambra. Y  ¡Menudo hotel!

Esa misma noche, con toda la ilusión del mundo, una ilusión que viene marcada, porque sabe que a ella le gusta viajar y generalmente él prefiere quedarse en casa y descansar, llega a su casa con la intención de sorprenderla. 

Y sí, al principio, cuando le dijo que hiciera las maletas, ella se volvió loca de alegría, pero cuando le preguntó el destino y él contestó que era dentro de España, la ilusión desapareció por completo, dejando paso a una cara de enfado instantáneo y con recriminaciones del tipo: 

¡Eso no lo que haces por mi! ¡ lo haces por ti!¡ ya sabes que yo hubiera preferido ir a Europa!¡me da igual el sitio! pero ¡no piensas en mí! ¡esa es la verdad!

Y sí, la verdad depende de la percepción de cada uno y de la ignorancia con respecto a las vivencias de los demás.

Existen siempre varias verdades, 

La cuestión es, que la verdad que nosotros buscamos es la de tener razón y esta verdad es una verdad egoica, donde las características más negativas de nuestra personalidad aparecen para poder ponernos por encima del otro. 

La realidad siempre es neutra pero a veces sentimos la necesidad de acomodarla a nuestro gusto para conseguir nuestros intereses. 

En estas ocasiones dejamos de relacionarnos con “la verdad”, con “la realidad”, para crear la nuestra propia, dejándonos llevar por nuestro personaje.

¿Te ha pasado?