Sé perfecto

blog image

Creencias limitantes y cómo nos influyen

A día de hoy, nos han hecho mucho daño. Pleno apogeo de la tecnología, de las redes sociales, de la “comunicación” y el ser humano se siente más frustrado y sólo que nunca.


Nos han hecho seguir una serie de creencias que no permiten ser asertivos y que no permiten desarrollarnos como personas.


Hoy hablaré de la primera: ¡sé perfecto!


¡Y ahí está! , ¡nos la hemos creído! Un montón de gente desde por la mañana en su afán de buscar la perfección, haciendo todo lo que la sociedad le ha dicho que tiene que hacer para conseguir ser feliz:


Estudia

Busca un trabajo

Busca pareja

Cásate

Ten hijos


Han dejado de lado esos sueños de infancia , y van siguiendo paso a paso cada una de las indicaciones, pero siguen frustrados, y la anhelada felicidad no llega.


En la búsqueda de la perfección cada uno ha creado un personaje que le permite “intentar” ser perfecto, ser el mejor, no equivocarse.


Pero lo siguen haciendo, y aún así continúan con el personaje porque creen que les va a llevar a ser “ la mejor versión de ellos mismos”. Buscan la aceptación.


En la búsqueda de la perfección se nos olvida algo fundamental y es que hemos dejado de ser. Hemos perdido el norte, hemos tenido tanto miedo al fracaso que nos hemos ocultado detrás del personaje que hemos creado. Jamás nos hemos preguntado cosas como ¿para qué te levantas por la mañana? No el ¿por qué?.


Bajo esa máscara creemos que vamos a soportar mejor nuestros errores y dejamos de ser. Y cuando dejamos de ser, dejamos de querernos, dejamos de ponernos en primer lugar, dejamos de tener confianza, dejamos de asumir responsabilidades, buscamos que nos hagan felices…


Dejamos de ser y dejamos de molestar, seguimos las reglas que nos han marcado como borregos, así por lo menos pertenecemos al grupo, así somos más fáciles de controlar.


La buena noticia es que tenemos derecho a equivocarnos, somos imperfectos, y tenemos derecho a equivocarnos las veces que sea necesario, porque de cada equivocación aprendemos, cada equivocación es una perla de aprendizaje, es algo a lo que tenemos derecho.


Y cuando lo aceptas la mochila pesa menos, y cualquier cosa que uno se proponga es más ligera.


Leí una frase en un libro que me encantó y que creo que es un toque de atención para todos, que decía: “con cuánta gente estamos, y sin embargo, con que poquita somos”.


Un consejo: ¡no estés, sé!