Sólo puedes gestionar las emociones que conoces

blog image

¿Sabes identificar correctamente todas las emociones?

Es importante conocer todas las emociones para aprender a identificarlas y poder gestionarlas.

La sociedad en general tiene una falsa percepción respecto a lo que a vivir se refiere.


Asociamos vivir a palabras como disfrutar, reir, placer, seguridad, emoción y para ello utilizamos la cada vez más la variada cantidad de elementos existentes dirigidos a que nos evadamos de la realidad para de esa manera, no caer en apatía, dolor o sufrimiento.


Cada persona puede tener su adicción y no sólo me refiero a pastillas, alcohol o drogas, adicción respecto a la vida.


De la misma manera que el adulto busca evitar sufrir, distanciándose de emociones displacenteras o de aquellos que las puedan tener, se protege a los niños para que no sientan esas emociones. Como adultos responsables de ellos nuestra intención positiva es hacer que no experimenten ningún tipo de dolor físico o emocional.


Y es que es normal no querer ver a un hijo triste...


Y para que no esté triste hacemos lo que pide, le damos lo que pide o incluso más de lo que pide, porque tampoco queremos que experimente la frustración por no estar a la altura de sus compañeros. Pero es que tampoco nos gusta verle con desagrado y le ponemos de comer sólo aquello que le gusta porque seguramente después del asco vendrá la rabia por tener que comer lo que le pedimos, después los lloros... y como no aguantamos que entre en esas emociones, que al fin y al cabo provocamos, nos sentimos culpables... Pues dejamos que coma aquello que pide, total más adelante ya irá aprendiendo... El problema es que este mundo es terrible y para que no experimente miedo, dormimos con él y le metemos en una burbuja.


Las consecuencias de no experimentar nunca una emoción displacentera no suelen llevar a nada bueno.


Tan sólo cuando experimentamos todas las emociones, cuando las sabemos identificar correctamente tanto en los demás como en nosotros mismos, podemos conseguir gestionarlas adecuadamente.


Cuando educamos en la alegría (dopamina) acabamos haciendo adictos al neurotransmisor, al igual que el yonqui busca droga, el alcohólico, alcohol y el deportista extremo el más difícil todavía, nuestros hijos buscarán la satisfacción inmediata.


Proteger a un niño indefinidamente de este tipo de emociones displacenteras es imposible, en algún momento alguna de ellas aparecerá y si no le hemos enseñado a identificarlas no tendrá ni idea de qué hacer al respecto y es ahí cuando empezará el verdadero problema.


Este problema cada vez se está haciendo más grande en una sociedad que huye de sentir, que vive anestesiada con una idea de la felicidad confundida con la alegría.


No hay emociones buenas o malas, todas son necesarias


Y lo más importante, cuanto antes aprendamos a identificarlas y a gestionarlas más equilibrados estaremos.


Curiosidad, alegría, seguridad, admiración, asco, miedo, tristeza, rabia, sorpresa y culpa


¿Sabes identificar correctamente todas?