Tu lenguaje estructura tu pensamiento

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Nuestro lenguaje habla de la seguridad que tenemos en nosotros mismos

Como ya hemos insistido más de una vez el lenguaje estructura del pensamiento y viceversa, el pensamiento estructura el lenguaje. En base a esto podemos decir que dependiendo de cómo hablemos vamos a mostrar realmente nuestra forma de pensar.


Del mismo modo, dependiendo de qué canal de aprendizaje predomine en nosotros, visual, auditivo o Kinestésico, los términos en los que nos expresemos ante una misma noticia variarán. Una persona visual te dirá ¿has visto? una persona auditiva te preguntara ¿has oido? y una kinestésica ¿has sentido?


Nuestro lenguaje también habla de la seguridad que tenemos en nosotros mismos. En función de nuestro grado de seguridad tenderemos a utilizar mas el verbo HACER o el verbo INTENTAR.

Si no me dedico a la fontanería, nunca he arreglado nada relacionado con ello y me preguntan mientras estoy arreglando un grifo que gotea a ver qué estoy haciendo, lo mas probable es que conteste estoy intentando arreglar el grifo. Mientras que si alguna vez, aún no siendo fontanero, lo he tenido que hacer, lo más probable es que responda estoy arreglando el grifo.


Otros dos verbos que marcan como pensamos sirven de ejemplo son: confiar y estar segur@

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Confiar implica siempre creer pero con condiciones; el banco te deja dinero porque confía en que se lo vas a devolver pero aún así te pone las condiciones Si tuviera la seguridad de que se lo vas a devolver no pondría ninguna condición.


Lo mismo pasa con el amor.

El amor que uno siente por sus hijos es incondicional, pase lo que pase, saben perfectamente que sus padres siempre estarán ahí, incluso en el peor de los escenarios.

Este tipo de amor, en cambio, es más difícil encontrarlo fuera de este ámbito. Por eso cuando preguntas a alguien sobre su pareja o qué es aquello que busca en una relación de pareja, la respuesta mas habitual suele ser que pueda confiar plenamente en ella. El problema es que cuando lo que pedimos es confianza, como hemos visto anteriormente esa confianza tiene matices. Un amor basado en la confianza es un amor basado en condiciones, aquellas que a nosotros nos dan "seguridad"


De hecho y siguiendo con esta argumentación tampoco no es lo mismo ganar en confianza, que tener seguridad.


Pongamos un ejemplo:

Si mi seguridad cuando voy a nadar en el mar va vinculada a una serie de elementos, boya, gafas, aletas, que el mar esté totalmente en calma, que no haya viento, que la marea sea de una determinada forma... cuando alguna o varias de estas condiciones cambien, mi seguridad va a desaparecer, por lo que no podré hablar de seguridad sino de confianza, puesto que ir a nadar en el mar estará sujeto a una serie de condicionamientos. Mientras que cuando estoy seguro, da igual que no se den todas las condiciones, dado que no quiero controlar lo externo. La seguridad está ligada a mi mismo, a mis capacidades.


Hay una cita relacionada con esto que dice:


Un pájaro no está tranquilo en un árbol porque confíe en la rama que le sujeta, sino por la seguridad que le dan su alas.