8.000 Millones de personas en busca de la felicidad.

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Si buscas que el mundo te haga feliz fracasarás; tu felicidad es solo tuya.

Más de 8.000 millones de personas en el mundo y todas y cada una de ellas, al igual que tú, buscando la felicidad, buscando como ser felices cada día, estar mejor, sentirse mejor.

¿Por qué se frustran nuestros planes en está descabellada búsqueda de la felicidad?

Principalmente porque cada uno de nosotros no busca ser feliz por sí mismo, sino a través de los demás, a través de cómo entiende que debe ser querido, entendido, valorado, pensado, comprendido, asimilado, consentido, mimado, realizado…

Son los demás y el trato que nos dispensan los que consiguen que nos acerquemos o nos alejemos de ese pedacito de gloria que ansiamos y que llamamos felicidad.

Desgraciadamente no es como esperamos, nuestras expectativas son tan altas, nuestras intransigencias tan elevadas, nuestros reproches tan abundantes y nuestros juicios y críticas tan frecuentes…

¡Qué le pasa a todo el mundo, que no es capaz de hacerme feliz!

¡Qué pasa que no me dejan ser feliz!

Pues simplemente que es imposible hacer feliz a alguien que depende más de las valoraciones externas que de las propias. Es difícil hacer feliz a quien pone una barrera a la aceptación de los demás y de sus propias formas de ver, hacer, sentir, pensar, actuar… Es difícil hacer feliz a quien no trabaja en su propia felicidad y se ocupa de aprender cada día la forma de quererse, independientemente de palmaditas en la espalda, sabiendo que cada día es diferente, que cada peldaño conlleva un aprendizaje y que no todos los días son fiesta y uno se sale de rositas de todas las situaciones.

Porque si de algo va la vida es de aprender, y esto es una carrera de fondo, día a día, mes a mes, con subidas y bajadas, con curvas y rectas. 

Aprender a gestionar-SE, aprender a que cada momento está ahí por y para algo y sólo cada uno puede llegar al fondo de esa pregunta 

¿Para qué está sucediendo esto? ¿Qué aprendizaje hay detrás? 

Por duro o complicado que en este momento me pueda parecer, “todo pasa por algo” y no se trata de mirar afuera y buscar culpables, o responsables, mirar quien sobra o falta en la ecuación. 

De lo que se trata es de coger ese momento, como si de algo externo a mí se tratase y analizarlo de forma totalmente neutra. Abrazarlo para después soltarlo, agradecer que estuvo ahí y sacar de ello una lección de vida para, con un poco de suerte, no volverlo a repetir.

Porque una cosa está clara, aquello que no aprendemos tiende a repetirse hasta que nos hacemos conscientes. De ahí el famoso refrán: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Y seguro que coincidirás conmigo en que a veces dos tan sólo fueron las primeras.

8.000 millones de personas buscando la felicidad en el exterior, en lo externo.

¿No crees que va siendo hora de que empieces a buscar dentro de ti?