Eres o te hicieron

blog image

Muchos de tus comportamientos son heredados, ¿sabes cuales?

Una joven paloma le preguntaba a su madre:

-      ¡Mama! ¿Por qué salimos volando cuando suena un ruido fuerte?

-      Porque cuando tus abuelos eran pequeños les contaron que el hombre venía con artilugios ruidosos y muchos de sus amigos desaparecían.

-     ¿Por qué peleamos con los gorriones por un trozo de pan?

-      Porque la ley de la jungla impera. Debemos aprovechar cada momento para comer lo que podamos porque en cualquier instante puede venir alguien más grande que tú y dejarte sin comer. Si los demás lo pueden hacer contigo, ¿por qué no tú con ellos?

-       ¡Mamá! Por qué si a mi no me gusta algo, tengo que callarme y hacer lo que digan los del grupo.

-     Porque el grupo es el que va a cuidar de ti, tú aun no tienes capacidad para gestionarte solo y aunque a veces hagan cosas que no te gusten, te roben tu comida o te peguen, es por tu bien. Ellos saben cómo funcionan los humanos y son los que nos protegerán.

 

Al igual que nuestra joven paloma, crecemos rodeados de creencias que limitan nuestro comportamiento. 

Muchas de ellas pueden ser heredadas, nuestros padres las honraron y de alguna forma las fuimos interiorizando por imitación, los miedos y costumbres de sus antepasados se convirtieron en sus miedos y costumbres y nosotros no lo hemos cuestionado así que continuamos con la tradición.

 

Otras creencias nacen fruto de nuestras experiencias de vida. Cosas que nos suceden y con las que realizamos un proceso de generalización a través del cual a partir de ese instante no cabe ninguna otra alternativa.

  • Lo podemos hacer por haber suspendido un determinado examen y a partir de ese momento nos tratamos como poco inteligentes e incapaces de aprender.
  • Lo podemos hacer después de la práctica de un deporte llegando a la conclusión de que algo no es lo nuestro simplemente porque ese día no hemos obtenido los resultados deseados y lo que es peor podemos decidir que somos torpes y sin psicomotricidad o inútiles para la práctica deportiva.
  • Lo podemos hacer con la alimentación, querer bajar o subir peso, pero como en otras ocasiones no hemos sido constantes, llego a la conclusión de que soy una persona sin fuerza de voluntad.
  • Lo podemos hacer con el trato que nos dispensamos porque en casa alguien  en su momento nos dijo que no sabíamos, o que no íbamos a poder, y a partir de ese momento nos tachamos de ignorantes o incapaces, idiotas que hacen las cosas siempre mal.

El problema no es hacerlo, que sí lo es también. El problema es no darte cuenta de que lo estás haciendo, no cuestionarte esas creencias para poderlas modificar si te generan sufrimiento, dolor, angustia, culpa, malestar…

Aprendemos a sobrevivir fruto de nuestra naturaleza dependiente y no podemos culpar a los demás de haberlos utilizado como referencia y haberlos imitado, porque querido amigo y lector, no has nacido con un manual, el manual se escribe con tus experiencias y es sólo a través de ellas cuando aprendes sobre ti y tu camino hacia tu felicidad.

Atrévete a ver más allá de tus comportamientos y cuestiona cada uno de ellos siempre que algo no te haga sentir bien.