El liderazgo desde el apego al resultado es fuente de miedo y ansiedad
Uno de los grandes errores que se cometen como líder a la hora de volver al trabajo, tiene que ver con la planificación de los objetivos a conseguir en la nueva temporada.
Si bien es importante tener una dirección clara al respecto, el error fundamental es convertir el objetivo en un apego para el equipo.
Un objetivo es una meta concreta que alguien se propone alcanzar, en este caso, el responsable de trasladar la información al grupo es el líder del mismo y este objetivo se debe formular de una manera clara, medible y sobre todo tiene que ser alcanzable.
El objetivo está vinculado con un propósito consciente y sirve de guía para enfocar acciones.
¿Cuando un objetivo se convierte en Apego?
Se convierte en apego cuando se crea una dependencia emocional o una necesidad rígida de que algo suceda de una forma específica. Necesidad rígida que se asocia a la sensación de bienestar o seguridad.
Cuando se genera apego alrededor de un determinado objetivo, las emociones que llegan al equipo no son las más adecuadas para conseguirlo. La ansiedad o el miedo a perder no resultan especialmente motivadoras, y acaban generando un ambiente de trabajo tóxico.
Esta ansiedad y miedo generan frustración y sufrimiento sobre todo cuando la realidad no se va adaptando a las expectativas.
- El apego es algo inconsciente y rígido, no tiene para nada la flexibilidad de un objetivo.
- Mientras que el objetivo es una dirección consciente, el apego es una fijación emocional a un resultado.
Cuando un líder traslada un objetivo, esta orientando. Cuando dicho líder, a ese objetivo le dota de la carga del apego, está atando y presionando.
Un buen líder es el encargado de guiar en la consecución de objetivos sin apego al resultado.
¿Qué opinas?
¿Orientas o te apegas?