Estar presente no tiene por qué significar estar en el aquí y el ahora

La mayoría de las veces que una persona tiene miedo, exceptuando lógicamente aquellas en las que su vida corre peligro real, es porque no está en el AQUÍ y en el AHORA, se está moviendo en pensamiento.

Y es que siempre hay verdaderos problemas para entender esto.

Estar físicamente en un sitio no quiere decir que estés en el aquí y en el ahora, tu cuerpo puede estar presente mientras tu mente está en otro sitio, por lo que aunque estés físicamente no tienes consciencia de dónde estás o de lo que estás haciendo.

Es como cuando hablas con alguien y esa persona deja de parpadear. La ausencia de parpadeo nos está indicando que la persona está sumida en sus propios pensamientos, por unos segundos se ha ido, está en la luna, y desde luego no está contigo aunque físicamente su cuerpo sí que lo esté.

Cuando hablamos de miedo, una de las grandes generadoras de esta emoción es la mente que curiosamente sólo se mueve en el pasado o el futuro dentro de la línea temporal, es decir, la mente te saca del aquí y el ahora, para llevarte a un tiempo pasado o a un futuro incierto. La mente consigue que de pronto, dejes de prestar atención a la realidad externa, a lo que está pasando, para prestar atención a la realidad interna, aquella que tu mente te está presentando y cuando haces eso, dejas de ser consciente de la realidad externa para dar credibilidad a la realidad interna. Es en ese momento cuando tu conciencia sin control va a creer que eso que tu mente te dice que puede pasar, está pasando en realidad y te meterá en una emoción desagradable. Pero si eres consciente, te darás cuenta de que no estás en el aquí y el ahora, sino en el allí y en el entonces y conseguirás hacerte dueño de tu mente para volver a prestar atención a aquello que realmente tienes que prestar atención, el tiempo presente, el aquí y el ahora.

Sólo con darte cuenta de en qué línea temporal te mueves puedes darle la vuelta a la tortilla.

Y tú ¿dónde te mueves?.