Una guía para la vida con disciplina, coraje, sabiduría y justicia.

¿Por qué triunfa tanto el estoicismo?

Porque se trata de una filosofía de vida que en cuanto conoces un poco más de ella no tienes sino que sentir admiración. ¡Y cómo nos gusta la emoción de la admiración en Gestesia!

Los antiguos filósofos dedicaban su vida a perseguir lo que predicaban con palabras y de esta forma buscaban ser fieles a sus valores, entendiendo que en ese camino el error existía, pero dicho error no estaba vinculado al autodesprecio o humillación, dicho error era entendido como un punto de mejora, un punto en el que tenías que poner más atención porque algo aún estaba pendiente de aprendizaje.

El estoicismo era una guía para conseguir una vida plena, una vida no exenta de sabiduría, de justicia, de disciplina y de coraje, porque si algo era importante era respetar estas grandes virtudes:

·      Sabiduría para poder ver la realidad de forma objetiva, alejándonos de juicios y condicionamientos tanto propios como ajenos.

·      Justicia para que por responsabilidad social no perdamos de vista ayudar a los demás, porque lo que beneficia a la colmena me beneficia a mi.

·      Coraje para hacer, para actuar a pesar del miedo, a pesar del dolor y la adversidad, sin caer en el miedo al fracaso o al que dirán.

·      Disciplina para evitar caer en el desánimo, para dominarte a ti mismo y ser capaz de superar todo aquello que se presente.

Junto a esto, mantener la tranquilidad es condición indispensable. Ser capaz de controlar tu emociones, gestionarlas, para que tu forma de actuar no esté condicionada.

Pero esto tan sólo es el inicio de un camino de autoobservación, análisis, y responsabilidad. Porque si de algo va el estoicismo es de hacerse cada uno responsable de cada una de las circunstancias de su vida. 

Si de algo va el estoicismo es de mirar hacia adentro más que hacia afuera y continuar con la disciplina suficiente para que dicho foco se mantenga imperturbable.

Si de algo va el estoicismo es de entender que el control no existe, al menos no como nos quiere hacer creer la sociedad actual.

Porque querer controlar las circunstancias que te rodean no es más que el inicio del sufrimiento, un sufrimiento ligado a no poder hacer que las cosas sean como tú quieres dado que la cantidad de variables es infinita, incontrolable y por tanto esa realidad se transforma en algo sumamente inseguro, tanto, que derivará en caos y sufrimiento.

Si de algo va el estoicismo es de recordar que lo único que realmente puedes controlar es tu propia respuesta a la realidad.

No puedes controlar qué pasa o qué va a pasar, no puedes controlar qué es lo que otra persona va a sentir, hacer o responder, no puedes controlar tan siquiera las consecuencias de tus acciones. Lo único que vas a poder controlar es cómo te quieres sentir ante la realidad y cómo quieres reaccionar ante la misma.

SI UN EVENTO EXTERNO TE CAUSA MALESTAR, NO ES EL EVENTO EN SÍ EL QUE TE DAÑA, SINO TU JUICIO SOBRE ÉL.

Y TIENES EL PODER PARA CAMBIAR TU JUICIO.

-       MARCO AURELIO -