Cómo han conseguido en Bután ser conocidos por el apodo El Reino de la Felicidad

De cómo aprender a vivir.(parte 1)

La historia se repite muy a menudo , gente en su lecho de muerte que se arrepienten de todo lo que no han hecho, que tienen la sensación de no haber aprovechado su vida y de que les queda un montón de cosas por hacer.

Personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte dicen que la muerte no da miedo, que lo que se siente es tristeza por el tiempo perdido, por no haber dedicado suficiente a hacer aquello que verdaderamente se quería hacer

¿Y qué podemos hacer para que esto no ocurra ?

Hoy vamos a hablar algo que para un occidental moderno resulta como mínimo macabro.

Y a qué me refiero,

Voy a hablar de Bután.

Bután es un pequeño reino enclavado en los Himalaya que tiene frontera con China y con la India. Es una zona con bastante turismo y res conocida por el apodo de:

"El reino de la felicidad"

¿Qué es lo que hace esta gente para ser conocida por este apodo?

Pues aunque suene raro, meditar sobre la muerte.

Es un reino en el que la angustia y la depresión están totalmente erradicados y es debido a la práctica de este pensamiento.

Antiguamente en Occidente también se utilizaban estas técnicas, de hecho los estoicos animaban a pensar en la muerte porque consideraban que tenerla presente animaba a que aprovecháramos la vida, a ser conscientes de que todo está pero nada nos pertenece. Los estoicos practicaban muchos ejercicios que les ayudaban, al igual que estas personas de Bután, a no apegarse al cuerpo.

En Occidente ahora estamos tan protegidos que nos resulta creíble la idea de que la vida no tiene lugar para la muerte y esto hace que la veamos a esta última como algo que tiene que dar miedo, de modo que evitamos cualquier contacto con ella. No nos importa ver morir a alguien en una película pero pensar en acompañar a alguien que está muriendo nos resulta aterrador. Y esto aumenta el miedo, porque inconscientemente creemos que también moriremos solos.

Es muy diferente en Oriente donde la influencia del budismo hace que entiendan el cuerpo como algo que nos prestan, como una ropa que nos ponemos y de la que al final de su vida útil ,nos despojamos.

Meditar sobre la muerte hace que te preocupes por lo realmente importante, hacer, perdonar, amar, besar, abrazar, disfrutar, viajar, conocer, sentir... Te preocupas de vivir, este es realmente nuestro verdadero lujo y una de las claves para la felicidad.