El cuerpo nos dice lo que la verbalidad calla.

El cuerpo nos dice lo que la verbalidad calla.

Por mucho que te empeñes en que nos sea así aparecerá algún gesto que te delatará.

La gran responsable de que esta reacción se produzca es la emoción que te produce aquello de lo que estás hablando y su relación con el cerebro límbico.

Tu cerebro límbico es "el especialista" en emociones y gestualidad y teniendo en cuenta que es un cerebro que no sabe mentir, la cosa se pone complicada en lo que a esconder emociones se refiere.

La falta de asertividad, derivada de la causa que sea, falta de autoestima, sentimiento de superioridad, falta de empatía... hace que en ocasiones nos falte valor para expresar lo que pensamos, sentimos u opinamos de la forma adecuada, en el momento oportuno y sin intención de hacer daño a la otra persona, y esa incongruencia entre lo que sentimos y realmente pensamos hará que aparezca la gestualidad que nos delatará.

Un ejemplo de esta circunstancia es cuando te hacen una pregunta cuya respuesta conoces perfectamente pero a la que no quieres responder por la causa que sea.

Tu verbalidad negará conocer la respuesta pero tu corporalidad dirá que sí y lo hará de una manera muy evidente antes, durante o después de la respuesta. Como dato te diré que lo más probable es que tus cejas suban al unísono que es lo que ocurre cuando sabes la respuesta, la quieras o no dar.

¿Quieres eliminar la comunicación no verbal incongruente? Pues ya sabes, trabaja tu asertividad. ¿Te animas?