¿Debatir sin enfarse?

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Hay una herramienta en Gestesia que bien trabajada ayuda a gestionar discusiones, debates, cuando tu interlocutor no está en la emoción adecuada.

En el desarrollo de la interacción humana se dan innumerables situaciones. Mantenemos conversaciones, debates, discusiones, intercambiamos información...

Llegar a buen puerto en cada una de ellas depende de una herramienta sumamente útil y necesaria y que en Gestesia trabajamos para mejorar en nuestras relaciones que es la COMPASIÓN, bajo un enfoque que ahora explicaremos.


Antes de nada especificar que tener compasión no es lo mismo que tener lástima.


La lástima implica tener pena por el otro, la compasión implica tener pena con el otro. Quizá sea una diferencia sutil pero tan sólo la segunda es una forma de empatizar puesto que desde la lástima, aunque no lo queramos, nuestra posición es de superioridad frente al otro.


Cuando una persona discute con nosotros enfadado, ese estado de rabia (el enfado forma parte del universo emocional de la rabia) no está en una emoción placentera. La persona sufre en esa situación, mientras se interrelaciona con nosotros. Si somos capaces de verle como una persona que sufre, si somos capaces de empatizar, de sentir su displacer y nos observamos, en primer lugar vamos a conseguir "no contagiarnos" de su emoción y en segundo lugar vamos a ser capaces de verle como alguien que se está ahogando y al que de alguna manera queremos ayudar. Y por mucho que chapotee y alguna gota de agua nos salpique, siempre que nos mantengamos centrados y sabiendo que esa emoción de rabia es de él, ese agua no nos va a molestar.


La compasión es una herramienta muy útil para conseguir no tomarse las cosas como algo personal que es en definitiva lo que va a ayudar a gestionar muchos conflictos e incluso a evitarlos.


Como herramienta y bien utilizada nos va ayudar con un ejercicio que hacemos más habitualmente de lo que somos conscientes y es SUPONER.


La compasión evita la suposición y nos va a hacer ser muy cuidadosos con la otra persona porque a pesar de que no estemos recibiendo un buen feedback conseguimos ver al otro como alguien que necesita ayuda.


Si sientes compasión nunca más va a ocurrir esta situación


"¡Has conseguido que me enfade!"


Enfadarse es un verbo reflexivo y al final una decisión personal sobre una determinada acción.

Tú decides enfadarte, absolutamente nadie tiene ese poder.


¿Practicamos?