¿Escuchas lo que te dicen?

blog image

Saber escuchar activamente es signo patente de una sana autoestima.


Ponte en situación.

Has estado hablando con alguien (pareja, hijo, empleado, cliente, jefe...) durante 20 minutos, incluso os habéis llegado a irritar mientras hablabais y después de esos 20 minutos te das cuenta de que los dos estabais diciendo lo mismo, pero fruto del tiempo pasado y de la irritación os acabáis yendo cada uno por un lado enfadados.

¿Cuántas veces te ha pasado lo mismo ?

¿Cuántas veces, siendo testigo directo de una conversación, has mediado diciendo que estaban expresando exactamente lo mismo?

¿Te suena de algo verdad?

Generalmente, ya sea en empresa o en la vida personal, en este tipo de situaciones la gente habla de falta de comunicación y sí, así es, pero en un aspecto muy determinado y fundamental de la comunicación.

Cuando esto ocurre, las personas tienen recursos y pueden utilizar el vocabulario con fluidez con la idea de expresar lo mejor posible lo que quieren hacer llegar a la otra parte, pero hay algo que no activan, la escucha activa.

Hay ocasiones que estamos tan preocupados de manifestar lo que queremos, que hacemos caso omiso a lo que la otra persona está diciendo. No lo hacemos de forma consciente. Es como estar preparando la respuesta antes incluso de tener toda la información. Se convierte en un monólogo ADO, cada uno suelta su discurso y ninguno de los dos escucha.

Imagina acomodar una conferencia en una sala, cuando los asistentes están en otra diferente y enfadarte porque no se han quedado con nada, pues es un poco eso lo que a veces hacemos.

Cuando nos comunicamos debemos tener mucho cuidado con nuestra actitud, con nuestro ego, dado que en su afán de hacerse entender y querer convencer, es el culpable de que este tipo de situación se pueda producir constantemente.

Estarás de acuerdo en que es bueno tener autoestima, pero cuando actuamos de esta manera, estamos a la defensiva y demostramos precisamente lo contrario, porque de algún modo nuestro ego nos hace creer que el otro está o quiere estar por encima de uno.

Solo las personas con un autoestima sana son capaces de valorar lo que el otro tiene que decir ya que en ningún momento van a sentirse ni ofendidos, ni atacados. La escucha activa es una demostración empírica del amor propio, flexibilidad y habilidades sociales.

Y tú ¿escuchas?