Trabaja con compromiso y aprovecha tus talentos para conseguir tus objetivos

Y si partimos de una premisa equivocada.

Y si todas las decisiones que hemos ido tomando vienen condicionadas por esa premisa.

¡Qué mal! ¿no?

¡Tienes que esforzarte!

Eso es lo que Ael había escuchado siempre de su padre en esa pequeña aldea Gala a la que hoy conocemos como la villa de Carnac en la Bretaña francesa.

¡Si quieres ser un gran arquero tienes que poner todo tu empeño, tienes que esforzarte!

Ael le daba vueltas y más vueltas. Él se esforzaba, pero el arco no era lo suyo, pero en su familia todos los hombres habían sido y eran grandes arqueros.

A Ael lo que le gustaba era enredar con cuerdas, ruedas, inventaba diferentes artilugios que ayudaban a los vecinos de la aldea. Pero para su familia eso aunque importante era un divertimento, una tontería, y le instaban a seguir esforzándose con el arco.

En su tiempo libre Ael comenzó a crear un dispositivo, muy intuitivo y muy fácil de manejar que era capaz de lanzar hasta cinco flechas a la vez y con una precisión asombrosa, hoy sería un producto de Apple, pero lo guardó por temor a la crítica de su padre y siguió esforzándose.

Pero llegó un día...

La aldea rodeado de romanos, sus vecinos, su familia, no daban a basto, si seguían así los romanos iban a tomar la aldea porque muy a su pesar los brebajes del druida Urberanis no eran suficiente.

Ael hizo de tripas corazón, dejó de esforzarse y sacó las dos máquinas que tenía preparadas, las puso en funcionamiento y lo que era una posición de desventaja se transformo en un abandono por parte de los romanos. Atónitos ante lo que había sucedido su familia jamás y digo jamás volvieron a cuestionarle.

Cuando una persona se esfuerza en algo generalmente no sale bien, quizás porque no es lo que quieres hacer, quizás porque te obliga a convertirte en quien no eres.

Cuando te esfuerzas en caerle bien a alguien normalmente acabas consiguiendo lo contrario, cuando no te esfuerzas el resultado sale de forma natural.

No esforzarse no significa no trabajar,

por supuesto que hay que hacerlo, la diferencia principal está en la emoción que utilizas para conseguir aquello que quieres. La palabra esfuerzo lleva a una emoción displacentera desde la que es mucho más complicado enfocar la energía, Transformar la emoción hace que sea mucho más fácil. Trabajar con compromiso hará mucho más sencillo la consecución de los objetivos y si encima trabajas en aquello que tienes talento la actitud y entusiasmo estarán asegurados.

P.D. Yo no me esforzaba en matemáticas, lo siento profe, siempre me gustaron más las letras.