La importancia de ACEPTAR

blog image

La realidad sólo cambia cuando eliges qué hacer y lo haces

Y por fin llegas a destino después de un largo viaje.

Llegas al lugar donde está tu familia, un viaje de casi 1000 km y de repente se empiezan a iluminar chivatos en el salpicadero de tu coche.


Somos terriblemente egocéntricos y por eso inmediatamente te empiezan a llegar mensajes del tipo:


"cada vez que vengo aquí el coche se estropea"

" ya verás ahora toda la estancia sin coche, molestando a los demás y a dar la nota".


Este tipo de pensamientos son los primeros que no dejan de pasar por tu mente a una gran velocidad y no te das cuenta que somos co-creadores de la realidad.


La emoción en la que nos metemos, la elegimos nosotros a través de nuestra percepción, a través de esos pensamientos y en este momento nos vamos a la rabia, la frustración, ya sea porque miramos al pasado o porque miramos al futuro buscando responsables. Lo lógico y normal es que los coches se averíen cuando hacemos viajes, y más si se trata de viajes tan largos, y aunque tengas hecha la mejor de las revisiones al mismo y su puesta al día, las cosas se averían y no es algo que tu hayas buscado puesto que has puesto todo de tu parte para que el viaje se desarrollase dentro de los mejores parámetros. Y si has salido rumbo a tu destino sin haber revisado el estado de tu vehículo pues entonces puede ser incluso normal que algo así pueda pasar.


Una vez estropeado lo que vaya a suceder no lo sabes, por lo tanto no supongas, eso sólo trae un veneno que hace que sufras. Mejor dedicar tu tiempo a buscar una solución.


Cuando dejas de juzgar la situación y simplemente te dedicas a arreglarla la realidad se convierte en lo que es. Deja de ser un problema para convertirse en una circunstancia y nuestra mente reacciona mejor ante las circunstancias que ante los problemas .


Sólo podemos elegir cuando sabemos que podemos elegir y con ello, tras aceptar que la realidad es como es, surgen nuestras opciones.


Deja de juzgar, deja de etiquetar y reacciona sólo a lo que ocurre. No te resistas a ello, ya está pasando y la realidad no va a cambiar porque protestes, bufes o maldigas.


La realidad sólo cambiará cuando elijas qué hacer y lo hagas.