Lo positivo de sentirse culpable

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Emoción maravillosa ya que nos ayuda a ser mejores y a rectificar gracias a su plataforma de acción, la reparación.

Por norma general hablar de culpa es hablar de una emoción que no está bien vista, sin embargo si nos centramos en su plataforma de acción se transforma en una emoción maravillosa ya que nos ayuda a ser mejores y a rectificar.


La plataforma de acción de la emoción de la culpa es la REPARACIÓN. Cuando te sientes culpable por alguna cosa buscas la manera de solucionarlo.


Se trata de una emoción mixta, porque empieza siendo desagradable para finalmente convertirse en agradable, relacionado con la sensación de placer cuando resuelvo la circunstancia que me genera la culpabilidad.


Sabiendo esto, ni que decir tiene que cuando te sientas culpable vas a entrar en una emoción displacentera, tristeza, rabia, asco o miedo lo que va a desencadenar un proceso en el que vas a segregar una serie de neurotransmisores y hormonas como la featileticolina, la vasopresina y la oxitocina, que van a hacer que te enamores, te apegues y te obsesiones con aquello que quieres reparar.

No vas a parar hasta conseguirlo para posteriormente entrar en las emociones placenteras, agradables de admiración, seguridad o alegria.


Cuando somos capaces de ver la culpa como una emoción que ayuda a ser mejores dejamos de verla con esa carga peyorativa.


Tan sólo las personas que carentes de empatía, sociópatas, psicópatas,,, no van a experimentar esta emoción, no van a sentir culpa y por ende no van a ver la necesidad de reparar el daño causado.


La culpa te humaniza y te hace mejor.

La culpa de ayuda a aprender de los errores.

La culpa te ayuda a comprometerte con aquello que quieres solucionar.

La culpa te ayuda a ser asertivo contigo mismo y con los demás.

La culpa te hace proactivo porque te anima a hacer a actuar.


Una vez dicho todo esto, si en alguna ocasión encuentras a alguien sumido en la culpa hazle ver todo esto y simplemente anímale a ser proactivo para conseguir beneficiarse del placer de la reparación.