Siempre que tu cuerpo se mueve hay una emoción por detrás

Como dice Carme Jiménez Huertas estamos hecho de lenguaje.

Es un hecho y por ello no podemos dejar de reaccionar ante determinadas situaciones ya sea ante un diálogo con otra persona ya sea por diálogo interno (aquel que tenemos con nosotros mismo cuando vamos dando vueltas a las cosas)

Nuestro cuerpo aliado con las emociones reacciona y esas reacciones vienen provocadas directamente por la emoción que le dice a nuestro cuerpo hacia dónde tiene que ir, hacia adelante, hacia atrás incluso si estamos sentados en una silla donde nos convertimos en una veleta que gira al ritmo de de la emoción que la ventea.

Las palabras que nos dicen o las palabras que pensamos o nos decimos actúan como motor y hacen que nos movamos o nos ralenticemos dependiendo de cómo entendamos las mismas, dependiendo de nuestro sistema de creencias.

De este modo cuando algo nos interesa y entramos en curiosidad nuestra emoción hace que nuestro cuerpo vaya hacia adelante, en el caso contrario, cuando rechazamos algo, la emoción de asco proyecta nuestro cuerpo hacia atrás alejándonos de aquello que nos ha producido el estímulo. Podemos incluso saber cuando una persona está

deseando acabar una conversación y huir.

Cuando practicas Gestesia analizas el lenguaje, la emoción, el cuerpo todo junto.

Analizas y no imaginas todo lo que se dice.