Nunca unas manos dijeron tanto

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Nuestros gestos delatan el estado de nuestras emociones

Una foto del comienzo de una reunión que definió perfectamente cómo iba a acabar la misma.

Es curioso porque toda las personas presentes y los que podían estar viendo las imágenes esperaban a un presidente de Ucrania calmado y agradecido ante la posibilidad de que el nuevo presidente estadounidense acabara con la guerra que está destruyendo su país, pero cuando se ve la foto o cuando se analiza toda la rueda de prensa, vemos que la posición corporal de Zelensky cambia muy poco a lo largo de la rueda de prensa.

Ambos con una posición adelantada en la silla, pero con unas manos completamente diferente.

  • Trump con una posición de manos que transmite la idea de una autoridad que se pone al servicio de los demás,
  • Zelensky con una posición de manos que habla de una agresividad real.

Durante gran parte de la rueda de prensa se nota el malestar del presidente ucraniano ya que no para de moverse en el sillón aunque, con mucho esfuerzo, consigue mantener el control, hasta que finalmente hay un momento clave en el que el Zelensky echa en cara que no cree en la diplomacia, porque considera que ésta le ha fallado ya. Probablemente él quiere algo más contundente.

En ese instante se va hacia atrás en el sillón y cierra sus brazos, mostrando ya un cierre psicológico hacia sus interlocutores y ahí se desata el caos.

A Trump le cambia la posición de sus manos y aparece lo que se llama mano en pistola, este gestos indica agresividad y es en ese momento donde comienza a echar en cara la actitud del presidente ucraniano.

En ese instante Zelensky sujeta su mano izquierda con la derecha para volver a recuperar el control, pero ya es tarde, los ánimos están encendidos y se ha ganado la animadversión de los americanos allí presentes.

Trump no va a permitir que Zelensky le rebaje frente a todos y en ese instante sacude sin piedad. No es de extrañar en ese momento la gestualidad de la embajadora ucraniana no queriendo ver lo que allí pasaba.

Nunca unas posiciones de manos adelantaron tanto.