Palabras y emoción

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Una palabra hiere más profundamente que una espada (Robert Burton)

Las palabras son increíblemente poderosas y sin embargo no las damos la importancia que merecen, de hecho, tendemos a no pensar lo que vamos a decir y lo decimos, si más.


No somos conscientes de lo que nos afectan de lo que pueden afectar a los demás tanto de una forma positiva como de una forma negativa.


Debemos tener en cuenta que absolutamente todo lo que decimos trae consigo su estado mental correspondiente. Es decir, todo lo que decimos nos lleva a una emoción asociada, emoción que va a estar tanto en el emisor como en el receptor.


No es lo mismo decirle a tu pareja con un tono pícaro y desde la admiración" ¡Cómo te has levantado hoy!"; a decir la misma frase desde el desdén y el asco.


Cada una de las frases va a provocar emociones diferentes en nuestra pareja consecuencia de llevarle a esa emoción que nosotros mismos sentimos.


La forma en la que nos expresamos puede servir para apoyar o hundir a los demás, lo preocupante es que no somos conscientes de ello.


Decía Robert Burton


"Una palabra hiere más profundamente que una espada"


Las palabras cuando no se miden pueden generan aflicción tanto en nosotros mismos como en los demás, porque...


¿Te has fijado en como te hablas?


Recientes estudios científicos demuestran que las personas que se hablan mal son más propensas a enfermar, su sistema inmune se deprime más fácilmente.


En otras personas, esas mismas palabras pueden empujarles a actuar mal, es por ello que es muy importante cuidar nuestra conducta verbal, lo que le digamos a alguien puede marcarlo de por vida.


Más importante que el significado de lo que expresas es la intención detrás de lo que expresas, el tono y la forma en la que lo haces.


Hay un refrán que dice:

" Pensar 100 veces, hablar una"


Esa debería ser nuestra rutina porque todo lo que digas debería ser verdad, beneficioso (positivo) y necesario y si no mejor no lo digas.