Por mucho que quieras esconder, tu emoción real se puede adivinar

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Cada uno de nuestros gestos semiconscientes o inconscientes va a ir unido a la emoción real que sienta en ese momento.

Las emociones deciden, de eso no hay ninguna duda y todo nuestro lenguaje no verbal viene marcado por las mismas.


Así como cada una de las emociones tiene una plataforma de acción, cada uno de nuestros gestos semiconscientes o inconscientes va a ir unido a una de ellas, pero no a la emoción que podemos presentar fingiendo, sino unido a la verdadera emoción, a aquello que realmente sentimos.


Un ejemplo, puedo presentarme ante una determinada persona mostrando la mejor de mis sonrisas que si he tenido una preocupación anterior, de algún modo estará presente en mi gestualidad. Del mismo modo si en algún momento la otra persona dice o hace algo que no consideres apropiado, tu cuerpo reaccionará con algún tipo de gesto semiconsciente o inconsciente (rascado, microexpresión...)para dejar salir tu verdadera emoción.


La gestualidad y la emoción se unen en un cerebro, el cerebro límbico, que como ya he comentado en alguna ocasión tiene como característica que no sabe mentir,por eso la gestualidad y la emoción real son totalmente fidedignas.


Tanto es así que si para el asco la plataforma de acción es el rechazo, habrá una serie de items, gestos, relacionados con esta emoción que nos lo confirmarán más aún. Del mismo modo ocurre con la rabia, el miedo, la alegría, y el resto de las emociones.


Incluso a la persona más hábil para esconder sus emociones la podremos adivinar y descifrar por los gestos que vaya realizando.


Cuanto más serena sea nuestra emoción, cuanto más placentera, la aparición de gestos será también menor.


¿Qué más te gustaría saber?