El ser humano es como una antena, receptor de ondas y frecuencias,

"Sobran las palabras"

Esta frase la hemos oído infinidad de veces. Se trata de una frase hecha que decimos de forma natural ante situaciones que hablan por ellas mismas, lo que tiene es que seguramente no nos hemos parado analizar su significado.

La palabra EMOCIÓN tiene su origen en el latín E-motio, (desde/ de - mover) . Desde el movimiento, o con un análisis más amplio la energía que mueve o energía en movimiento.

La física cuántica, en continuo estudio y desarrollo, asevera que el origen del universo no es la materia como se creía hace una serie de años, sino la energía, una energía que ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma. De hecho la física cuántica cuenta cómo el mundo se mueve en diferentes frecuencias y ondas.

Fruto de la evolución, a medida que las palabras han ido ganando relevancia como herramienta comunicacional, nuestra capacidad de sentir ha ido disminuyendo o por lo menos nuestra consciencia de sentir esas frecuencias y ondas, de modo que lo que antes no será sumamente fácil y natural, ahora lo ignoramos e incluso nos resulta poco más que un desafío poderlo hacer.

Aún así y a modo de ejemplo de la reminiscencias de esta capacidad natural, a día de hoy somos capaces de percibir cuándo alguien está mal sin necesidad de que nos haya dicho una sola palabra; somos capaces de percibir el peligro que puede tener una situación o una determinada persona aún cuando ni siquiera nos ha mirado, e incluso "sabemos"que nos mienten pero en vez de relacionarlo con nuestra capacidad de reconocer frecuencias lo relacionamos todo a la mera"intuición".

El ser humano es como una antena, somos receptores de ondas y frecuencias, receptores de energías y reaccionamos a ellas dependiendo de si esa energía nos es beneficiosa o no. De hecho, dicha energía es capaz de atraer a las personas que están en nuestra misma frecuencia, de modo que el día que estás enfadado tu frecuencia y vibración serán las responsables de que te vayas encontrando con un montón de personas que también lo están.

Nuestra gestualidad sirve en muchas ocasiones como método para "descargar" es exceso de energía que nos invade, de manera que en emociones displacenteras podemos ver mucha más gestualidad que en las placenteras, es una manera de "aliviar" el malestar que producen las emociones con la vibración más baja, como la rabia y el miedo.

Desde Gestesia insistimos que es importante conocer las emociones dado que sólo si se conocen se pueden reconocer e insistimos más aún en trabajar en sentir las emociones. Con esto a lo que nos referimos es a ser conscientes y sentir la energía que te mueve para, de esa forma, gestionar la emoción y si nos es pertinente cambiarla.

¿ Te fijas sólo de las palabras o las sientes?